Las alfombras y moquetas normalmente están fabricadas con materiales robustos y resientes, pero su uso continuado produce un desgaste que a la larga puede provocar roturas.
Normalmente las partes que mas sufren son los bordes, mas específicamente los flecos que están completamente expuestos y son menos resistentes que los tejidos del interior de las alfombras. Normalmente, una vez se ven dañados, la mejor opción es cambiar todo el riberete entero, ya que con el paso del tiempo se producen alteraciones en los tonos de color de los tejidos y en la forma de su entrelazado, haciendo resaltar demasiado las nuevas secciones.
Otro problema común, son los agujeros provocados por el desgaste, estos también se pueden producir por el enganche de algún objeto en los tejidos y posterior desgarre al intentar separarlo, en estos casos lo mejor es ponerse en contacto con un experto y que ellos realicen la sofisticada tarea, provocando el menor daño posible en los tejidos.
Las quemaduras son también un problema muy común en alfombras y moquetas, en estos casaos siempre se recomienda contactar con un especialista en tejidos antes de intentar solucionar le problema por nuestra cuenta. Normalmente la tendencia es a intentar frotar la superficie quemada esperando que con ello desaparezcan los tejidos calcinados pero realizando esta acción solo conseguiremos causar daños en la base de la alfombra y dificultando aun mas la reconstrucción de la zona.
Para evitar que nuestras alfombras y moquetas sufran problemas de este tipo es recomendable un mantenimiento y limpieza frecuente contáctenos para un presupuesto personalizado.